...Y así son todos los días, idénticos, dejando pasar las horas como si fuesen los anuncios que nos obligan a ver mientras esperamos que nuestro programa preferido empiece. Vuelvo a casa tarde mintiendome y prometiendo que mañana me voy a poner enserio, que me hago viejo, ¿pero a quien voy a engañar? seguire sentado esperando un golpe de suerte. Tarde o temprano me tiene que tocar a mi...
Malviviendo...
lunes, 4 de octubre de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario