Sin ToN ni sOn

Seco y sin ideas. Con la moral por los suelos, barriendo sus deseos, como un perro, como un puto y jodido perro. No sé muy bien en qué momento le otorgé el veneficio de la duda, pero me hace dudar hasta de mí mismo. De lo seguro que estaba, de todo lo que hacía, lo mío, mío, él no debería poder entrar en mis dominios. Pero lo hace, sin querer, o sin tomárselo en serio, siquiera. Un cretino. Si. Se trata de un auténtico cretino, sin cultura, sin talento alguno, sin las formas adecuadas. Y ahí está. Haciéndome dudar hasta de mi sombra. De mi música. De mis palabras. De todo lo que para mí es sagrado. De todo lo que es puro, y aún no ha corrompido su corazón sucio. No sé porqué lo dejo siquiera. debería estar por encima de sus afrentas. Pero lo hace por envidia. Como todos los perros flacos hambrientos de un hueso inspirado. O expirado. Qué más dá. Le jode que yo y él no. Nunca me tuvo en consideración. Estando por arriba le dejaba creer que era él el que me miraba por encima del hombro. Y me sonríe desde su dentadura bailando claqué entre sonrisas de enfermo de la fiebre amarilla mientras piensa en todo lo que soy y él...jamás será. Pobres ratas. Si no pueden comer, se enfadan y atacan. Me creí por encima de opiniones ajenas. Pero si después de tantos sacrificios, si después de tantas horas, si tras todos mis esfuerzos, aún no se han dado cuenta y me siguen dejando a un lado de su vera...lo aplastaré como a un insecto con las mejores letras. Le haré volar en pedazos con voces rotas como cristales de bohemia demasiado cerca..demasiado cerca..fi fa fu yo me calmaré, todos lo veréis.