viernes, 16 de mayo de 2008

Trisstura

No hay nada tan triste como despertarte a las 6 de la mañana en un sofá que no es el tuyo, en una casa que no es la tuya, en una ciudad a la que no perteneces, con la luz de la luna colándose por entre las rendijas de la persiana a medio bajar. Y darte la vuelta y descubrir que siguea solo. Y los bolsillos vacíos y agujereados, con toda esa pena rajando las costuras y colándose por ellas y cayendo en cascadas que rompen al chocar contra el asfalto; y la papelera llena de esperanzas e ilusiones tatuadas en pelotas de papel secante bajo el cartón y los restos de una pizza a domicilio. Y el frío colándose por tus riñones. Por ahí es por donde ataca, primero. Y luego, arriba (todo recto hasta la mañana) y luego abajo (...solo negro y húmedo...). Y por todos los lados , un frío seco y húmedo al mismo tiempo, que no te permite recordar tiempos mejores, ni sonreir sin malas intenciones. Sólo intentar no volverte loco de soledad. Mi novia hasta la muerte. Legiones de infelicidad.

Ya no me duelen las resacas. Me duelen las mañanas. Y los mañanas. Y me cago en tí, en mí y en todos nuestros ayeres.

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