martes, 15 de abril de 2008

ManiFiesto del Man-InfestO

(con permiso del Man Infesto...)

Podridos, por dentro y por fuera y por los lados. Y también por arriba, y también por abajo. Supurando toda la frustración y el dolor y las derrotas y las pérdidas totales o parciales o ficticias, pero terribles y dolorosas. El hombre está podrido. La salvación está en él mismo, pero él no lo sabe. No lo sabe por que está demasiado ocupado supurando los miedos, arrastrando las penas y dejando un pestilente hedor a su paso. Un hedor pútrido de perdedor, de OUT SIDER, que deja claro allá por donde pasa que no volverá a crecer la esperanza en su viejo corazón.
Pero ha llegado el momento. Ha llegado el momento de que despierte el hombre durmiente. De que vea lo fallido de su actitud, lo erróneo de su planteamiento, es hora de que se restriege en el lodo y busque gemas en lo mas oscuro de sí mismo. De que olvide su vida complaciente, mientras la contempla complacido desde el sofá de su casa. El Man Infesto se compromete a ello. A recordarle lo peor que ha olvidado y alberga su corazon. Por que sólo habiendo llegado a este punto, será verdaderamente libre.

Olvida tu carrera. Olvida tu casa, tu dentista, tu trabajo, tu ordenador, tú mirando tu ordenador y tu televisor con pantalla de plasma, incluso tu coche y todos los lugares a los que hubiera podido llevarte. Olvida todo lo que te han dicho. Olvida todo lo que has oido. Olvida todo por lo que has luchado, sangrado, sufrido y olvidado. Todas esas penas y alegrías que se supone que debían alegrarte y entristecerte. Olvídate de todo. Y salta por encima. Tan alto como puedas, tan lejos como puedas, una vez hayas ahogado todo tu lastre en ese pozo sin fondo que dejas atrás. Olvida toda esa mierda pragmática y materialista, todo lo que te ancla a una vida estable y acomodada en una somnolencia autocomplaciente. Olvida todo aquello que te obligue a olvidarte de quién eres en realidad. Supéralo. Traspásalo. Trasciende de todo eso, y trata de encontrate. Por que todo lo demás no importa. Esta ahí. Y seguirá estándolo estés tú o no lo estés. Y el mundo seguirá dando vueltas y nos marearemos y nos pondremos a vomitar en todas direcciones, unos a otros y contra todo. Y todo se habrá acabado. Y por eso no importa. Por eso y por que tu te habrás olvidado de todo, y te tendrás a tí y solo a tí.

Y, llegado a este punto, eres libre.

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